Al principio sus movimientos eran imperceptibles, suaves y alejados... como miles de burbujas en mi vientre y yo añoraba sentirla, saber que estaba bien, palpar de cerca su vida creciendo dentro de mi, pero se hacia esquiva y las semanas pasaban y mi anhelo se transformaba en angustia. ¿Esas burbujas de verdad eran mi Antonia revoloteando feliz en mi vientre? No lograba precisar si era mi imaginación, mi anhelo o de verdad era mi porota que crecía saludable.
De pronto una mañana de la semana 21, mientras desayunabamos, una sensación extraña en el vientre me hizo dar un brinco y quedar de pie en medio del living con el corazón acelerado y feliz... era como tener una culebrita en la panza que nadaba; había sido claro, no cabía duda ¡Había sentido a mi porota! y me sentía inmensamente feliz... Desde ese momento comencé a sentirla a diario, al principio sus movimientos provocaban que me detuviera, que hiciera un alto en mi vida para disfrutar esas pataditas y burbujas... delicioso era saberla a salvo dentro de mi. Por meses había vivido la angustia de que su corazón se detuviera, de que la ecografía nos diera una mala noticia, pero ahora tenia una forma clara de saber que ella estaba bien, creciendo y disfrutando de ese espacio en mi interior, acondicionado especialmente para ella.
Al principio mi vida se detenía frente a las leves caricias de mi porota, luego fue una compañía constante, aprendí sus horarios y sus movimientos se hicieron parte de mi vida... ya no he vuelto a estar en soledad, ella viaja conmigo a todas partes y me acompaña con sus pataditas. Ya se cuando esta dormida, cuando se sobresalta con algún ruido, cuando le incomoda mi posición o cuando se estira regalona. Ya no son solo movimientos lejanos, su cuerpo se percibe a través de la piel de mi vientre, lo altera dándole formas divertidas. Junto a su Papi podemos ver como para su "potito" o apoya un pie contra mi vientre. A veces se vuelve loca y da unos brincos felices, que nos sacan carcajadas, otras con alguna canción se mueve divertida y a veces se estira tanto que me saca lágrimas o con cabezasos provoca que corra al baño...
Es una delicia sentirla dentro de mi, su compañía a llenado mis horas de soledad y se que, aunque a sido muy difícil este embarazo y de verdad estoy agotadisima, extrañare la dulce compañía de las pataditas de mi amada Antonia José.
1 comentario:
Por lo que me he percatado ya no son solo burbujas dentro de tu guatita, hasta yo la siento de noche cuando te apoyas en mi espalda mientras ella se acomoda para dormir entre nosotros. También la extrañaré de esa forma, pero mas ansioso estoy de tenerla afuera, me atrevo a decirlo, hasta de conocerle su llanto. Las amo.
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