viernes, 16 de septiembre de 2011

La muerte de un famoso extraño

Que sensación extraña me llena el alma, que insólito esto de no poder dejar de llorar cada vez que recuerdan la trágica muerte de unrostro televisivoal que jamás conocí personalmente y que es más, por el que siempre sentí algo de recelo por su forma caprichosa de ser, pensaba que se creía demasiado “el cuento” de su fama y de ser “mino”, aunque la verdad nunca supe mucho de él, nunca seguí sus pasos o programas, simplemente, decía yo, “no me vende el cuento”, ni tan lindo que es!!!!!!! refunfuñaba cuando todas gritaban por él. Raro pues es que, ahora, que falleció de trágica forma, que sus restos están desaparecidos y que el mundo entero (país) llora su partida, me sienta profundamente conmovida, y llore. Sí, lloro y con pena, con tristeza y no podría explicar por qué.

Con el partieron 20 personas, todas iban en un vuelo rumbo a Juan Fernández, una isla que fue duramente golpeada por el tsunami del año pasado, iban pues en la misión de ayudar a levantar parte de lo que aún faltaba por reconstruir y aunque también me conmueve que estas bondadosas personas hayan encontrado la muerte de forma tan violenta y sorpresiva, dejando familias doloridas y solas, me perturba de forma extrañamente particular que este “famoso extraño” desapareciera tan violentamente.

Me analizo pues, buscando en lo más profundo de mi ser, siendo completamente sincera conmigo misma y aplicando los más altos valores emocionales para encontrar una razón cuerda a esta desazón que me invade cada vez que recuerdo que este “famoso extraño” ya no está más con nosotros y no la encuentro. Pienso primero que era un rostro muy muy público, un rostro que siempre podías ver por qué, no solo era rostro de TV, sino también de grandes tiendas, y de portada de diarios y revistas, y claro ya no estará más, o quizás estará, pero siempre diremos o pensaremos… pensar que está muerto!!!.También he de reconocer que era un hombre apuesto, “mino”, joven (44 años), solitario, con plata, fama y una controvertida vida amorosa, una parcela en chicureo y una pasión insólita por los Halcones y los animales en general, un hombre con suerte, podría decirse y murió en el esplendor de su vida y fama, cuando menos lo pensaba, cuando más lleno de vida y pleno se sentía, imbuido en su fama, en una floreciente relación amorosa, en hacer cosas por los menos afortunados, sintiéndose por decirlo así “dueño del mundo” y de su vida, capaz de cualquier cosa. Sin embargo, el infortunio lo sorprendió en el aire, rumbo a una buena acción… el avión en que viajaba capoto contra el mar y con tal fuerza que se desintegro sin dejar rastro de su famosa persona. Así, aunque tenía planes, miles quizás para el futuro, que cuidaba su salud, su apariencia, que “tenía toda una vida por delante”, un accidente
brutal corto todos sus sueños, toda su vida, todo su futuro y desapareció para siempre de nuestras vidas, ya no está más y eso me conmueve, me parece increíble y me llena de una sensación horrenda de fragilidad.

Sí, por que inevitablemente pienso cuan frágiles somos, como penden de un hilo nuestras vidas, hoy estamos, mañana quizás.Por más que nos esforcemos o nos cuidemos, un cruel accidente involuntario puede sesgar nuestras vidas de pronto, sin darnos tiempo de decir adiós y peor aun dejando dolorida a muchas personas que nos aman, conmovidos y afectados a un punto que no podremos controlar. ¿Qué hacer con esta posibilidad tan real pendiendo sobre nuestras cabezas constantemente? ¿Decir “te amo” más constantemente?, ¿discutir menos y perdonar más? ¿No dejar que los problemas nos afecten demasiado porque al final mañana puede que no estemos para solucionarlos o cargar con ellos? Decir adiós cada mañana, junto a las palabras con que quisiéramos nos recordaran? ¿Qué hacer?... tratar de vivir a concho cada día porque quizás será el último?... la verdad sería un calvario estar constantemente pensando en que moriremos o que alguien que amamos puede desaparecer dentro de los próximos minutos y sin despedirse. Cruel es, pero real.Sin embargo, creo yo, lo más saludable para nuestras mentes, es obviar irresponsablemente esa posibilidad. Quizás, amar y perdonar más, ser más tolerantes y menos graves, vivir y gozar de la vidacon lo bueno y lo malo, más inconscientes de que mañana podremos no estar.

Tengo yo una esperanza maravillosa para el futuro y me esfuerzo día a día porque, no solo yo, sino también mis amores, podamos disfrutar juntos de ella y ser felices sin el cruel verdugo de la muerte pendiendo sobre nuestras cabezas. Eso me calma de cierta manera, me da algo de paz pensar que la muerte no es algo eterno, que es dolorosa, cruel pero no eterna.

Con todo, estoy conmovida, dolida, afectada por la trágica desaparición de este “famoso extraño”, por todo lo antes dicho y también simple y llanamente porque soy humana y el corazón duele con la muerte, porque no fuimos creados para aceptarla, sea la muerte de quien sea, aun de alguien que no conocemos.

Como conclusión… Sí, TENGO PENA POR QUE FELIPE CAMIRUAGA SE MURIO, tengo pena y no me mires con esa cara de incredulidad, porque como el resto del país estoy conmovida y lloraré las lágrimas que deba hasta que deje de doler ok!!!! Hasta que me acostumbre, me lo crea o lo que sea que tenga que suceder para que deje de darme pena.

viernes, 4 de febrero de 2011

Mi vida?

- Si tuvieras que contar tu vida ¿que dirías?-
Muchas ideas se aglomeraron en mi mente unas tras otras sin dar tregua ante tan inocente y retórica pregunta. Tanta historia, tanto ayer construido sobre recuerdos y mas recuerdos, todo acumulado en mi mente, dormido quizás, pero allí, listo para despertar ante esta sencilla pregunta, que probablemente no esperaba respuesta, sino solo romper el silencio molesto que se había instalado entre mi interlocutor y yo.

Ufff diría tantas cosas- respondí y en un arranque de divagación, continúe con mi razonamiento mental en voz alta, cosa que al menos sirvió para que el silencio no pesara tanto –Y, es que dime, como podría elegir solo un camino de recuerdos para narrar, por que si comienzo hablando de mi infancia inevitablemente se crearan veredas paralelas, historias ligadas a mí, no precisamente mías, pero como formaron parte de mi cuento, de mi rollo, me sentiría en la obligación de contarlas, solo como nota al margen quizás, pero contarlas. Osea, es inevitable al hablar del día en que nací, mencionar que casi mi vida se termina en ese instante, pero no puedo decir simplemente aquello, debería entrar entonces en detalles que lo explicaran y así miles de desvíos en cada paso, en cada recuerdo relevante ¿no crees?

Es probable que ha estas alturas de mi divagación, mi interlocutor estuviera vagabundeando mentalmente en su propia historia o quizás, en lo que haría o debía hacer cuando terminara la jornada. Sin embargo, respetuoso de la conversación que el mismo había instalado entre nosotros, me miro, se encogió de hombros y dijo por decir algo
Es que quizás podrías hacer un resumen, los hitos más importantes. Tal vez un nací en, crecí donde, me case con, o algo por el estilo-

-Un breve resumen!!?? – yo misma me sobresalte con lo chillona que salio mi voz. Tosi, me recompuse y guarde silencio, pensando en que, lo mas probable era, que ha mi mentado interlocutor le importara un cuerno mis 34 años de vida, la verdad solo quería romper el silencio o tal vez saber algo de mi. “Algo”, no mi historia, si no la historia publica de mi. Recompuesta respondí a su primera y gran pregunta.


- Pues entonces diría que nací hace 34 años en Santiago de Chile, que vengo de una familia modesta pero no tanto, que tengo 4 hermanos, 3 mayores y uno menor, tres varones y una mujer. Crecí tranquila junto a todos en una casa de Cerrillos, ni grande ni pequeña. Viví una infancia serena y feliz, sin mayores preocupaciones o contratiempos, seguida de una adolescencia un tanto tormentosa interior y emocionalmente, pero en resumen serena y para nada rebelde. Termine mis estudios, busque trabajo, tuve uno que otro antes del actual, en el que llevo 13 años de secretaria. En cuanto al amor, siempre fue tema para mi y apenas leí mi primera novela romántica me enamore, luego me desilusione y me volví a enamorar, sufrí, me desenamore y me enamore nuevamente. Tuve la dicha de conocer a un hombre maravilloso y de que este se enamorara de mí, nos casamos, estamos prontos a cumplir 8 años de feliz matrimonio, tenemos una hija preciosa de dos añitos Antonia José es su nombre, ella cambio mi vida, nuestra vida completamente y somos inmensamente felices, aunque con nuestros contratiempos. Y Eso… en “resumen”

Silencio
Silencio

Creo que ha estas alturas había perdido completamente la atención de mi interlocutor, que quizás arrepentido de preguntar algo que no le interesaba realmente y que jamás pensó que seria revelado en tan extenso relato, se había perdido en sus propias divagaciones.

Y allí me quede ensimismada, pensando en mis nada menos que 34 años de vida, en las miles de cosas que me han pasado, en lo mucho que me gustaría contarlas a alguien que realmente le interesara, claro esta. En mi infancia remota ya, en aquel primer noviazgo fallido, en mi primer beso, en el hermoso amor que llego a mi vida, en mi matrimonio, en mis bebes idos, en mi embarazo, en mi Antonia José, en la pega y como se deterioraron las cosas en ella. En la relación compleja con mis hermanos, en mis amigos, los queridos, los pasajeros. En mis vacaciones, en los hermosos lugares que he recorrido, en mis penas, en mis alegrías, en mis esperanzas, en mis sueños, en resumen en mi vida, hablar de mi vida, contar mi vida.

El silencio se instalo definitivamente entre nosotros, pero ya no fue incomodo, por que ambos estábamos perdidos vagabundeando en nuestras mentes.

lunes, 24 de enero de 2011

El empeñado... ella resignada

Desde hacia un buen rato que luchábamos por que Antonia se quedara dormida, habíamos probado todas las técnicas conocidas y efectivas con ella, pero se resistía caprichosa y juguetona, mas nosotros continuábamos batallando, buscando que entrara en ese profundo estado para tener "nuestro momento", pero nada resultaba. Llego el turno de "Papito", quien tiernamente la tomo entre sus brazos, susurrándole frases cariñosas e instándola ha dormir, ella se acomodo regalona en su hombro y con su bracito pequeño se aferro al cuello de papito, cerrando los ojos juguetona, fingiendo dormir. Papito le comenzó a cantar su canción favorita al oído, suavecito, deslizándose por la casa en un tierno y suave vaivén... escuchaba yo desde el sofá los pies descalzos de mi esposo deslizándose y el susurro de la dulce canción. Sin embargo, luego de un rato sentí silencio, un silencio desconcertante, ya no se oía a Papito cantar o a mi hijita reír o reclamar, nada. Me levante silenciosa desde el sofá y fui buscándolos hasta el dormitorio, allí los encontré... acurrucada en su camita mi pequeña, medio adormilada y tratando por todos los medios de complacer a Papá quedándose dormida, mientras Papito, empeñado, estaba tendido junto a ella, acariciándole la cabeza, susurrándole dulces palabras, instándola a dormir.


Que escena mas dulce se presento ante mis ojos, y por un instante quede muda de emoción, prendida de ese amor incondicional... Papito empeñado en que la pequeña se durmiera, la observaba y acariciaba lleno de amor y con casi adoración, y ella en dulce resignación y franco empeño por complacerlo, cerraba sus ojitos adormilados de cuando en cuando, sin emitir ninguna queja aun cuando no podía entrar en el profundo estado deseado. Otras veces se había dormido con el solo cantar de Papito, pero hoy ansiaba un poco de Mamá, y sospechando esto y solo por eso, me atreví a interrumpir esta tierna escena, reemplace a mi esposo en el espacio junto a la cama, le puse mi pecho al que ella se asió ansiosa y en 2 minutos dormía profundamente, sosteniendo aun el dedo de su papito “nindo” y amado.


Dulce trabajo de dos fue aquella noche dormir a nuestra dulce pequeña y mientras ella dormía profunda y cómodamente en su cama, pudimos disfrutar de una botella de buen vino y ese momento nuestro tan escaso estos últimos tiempos.

martes, 18 de enero de 2011

De brazos cruzados con la culpa

Sentada en el comedor, con las manos cruzadas sobre la mesa, observando silenciosamente a mi alrrededor me pregunto mentalmente ¿Y ahora que hago?. La niña se durmio hace un rato y esta metida en su cunita comoda y segura, ya planche la ropa que necesitaremos el fin de semana, hoy hice un aseo profundo por lo que todo se ve pulcramente ordenado, lave la loza de la once y en general esta casi todo en su sitio... repaso mentalmente mis tareas, mientras mis dedos involutariamente golpetean contra el comedor y sigo de manos cruzadas sobre la mesa. Mi esposo navega hace un rato por el ciberespacio tranquilamente y ya intente sentarme a ver algo en la tv, pero por un lado no hay mucho que me apetesca ver y por otro, de un tiempo a esta parte me he acostumbrado a ver television solo cuando la niña se adormila entre mis brazos o cuando quiere jugar a alguna cosa y yo pongo algun programa para mirar de cuando en vez, si no lo considero una real y enorme perdida de tiempo. En fin, la niña dormida, mi esposo en sus cosas, la casa en orden y ¿ahora que hago yo? Pienso en ir a recoger las cosas que Antonia dejo tiradas en su dormitorio... mmm... repaso mentalmente las cosas que estan pendientes y pienso si quizas deberia adelantarlas, entrar la ropa y doblarla o cualquier tarea domestica pendiente, pero no me animo completamente, ¿por que utilizar este tiempo de ocio en tareas domesticas? por que no usarlo en MI... en MI? y quien exactamente es ese MI al que deseo otorgarle estas horas de nada, y es que con este ansiado y reclamado tiempo libre a mi disposición simplemente no se que hacer, mas que llenarlo de las tareas y mas tareas domesticas y cuando se acaban me quedo en medio de la nada y de brazos cruzados. Me pregunto si a todas nos pasara lo mismo, esta cosa extraña de perderse en las necesidades de otros, a tal nivel de que si esos otros no precisan de ti, te quedas en una pausa llena de incertidumbre, preguntandote que diablos hacias antes de ser esposa, antes de ser madre. Mis aficiones siguen siendo basicamente las mismas, me gusta mucho escribir, pero solo cuando puedo ausentarme un segundo de mi rol de madre logro hacerlo, como ahora que lucho para que mi esposo se haga cargo un segundo de la pulguita. También me encanta leer, pero el tiempo escasea y solo lo hago en la locomocion colectiva de regreso a casa, asi aprovecho un tiempo perdido, esa hora es toda mia para sumegirme en mis libros amados. Es decir, sigo teniendo aficiones y gustos, el problema es que LA CULPA de las cosas pendientes que me persigue, me acosa, me señala con el dedo invisible de lo que debe hacerse, y me impide desarrollar ese MI. La culpa, la culpa que me impide cerrar la puerta del baño, "no vaya a ser que alguien me necesite mientras pierdo el tiempo aqui sentada" Ja.
Me admira (de buena manera) que mi esposo pueda simplemente sentarse frente al notebook y perderse en el ciberespacio sin rumbo fijo, por que siempre que le pregunto ¿en que estas? me mira con cara de extrañesa y me dice en Na', por que la verdad solo esta quemando ese tiempo que por derecho le esta otorgado en algo que disfruta simplemente por disfrutar. Mientras yo sentada en el sofa, durmiendo a la bebé pienso desesperada en todas aquellas cosas pendientes que podria estar haciendo y casi me siento culpable de perder este valioso tiempo... pfff



Que virtud la masculina la de no sentir culpa, la de no permitir que ese bichito espantoso les arruine sus goces, goces que sienten ganados por derecho y que nadie puede negarselos o arruinarselos. Comen miles de calorias en una sentada sin nada de culpa, duermen sin culpa, van al baño sin culpa, pierden el tiempo en cualquier idiotez sin culpa, y es mas se urgan la nariz frente a nosotras sin ninguna culpa y anda tu mujer, acostumbrada a sentirte culpable, a tratar de introducirles la culpa, NO te lo permitiran jamas, te miraran con cara de pocos amigos, se encogeran de hombros y emitiran algun gutural comentario inentendible y te dejaran callada. ¿Por que se nos nego esta virtud? ¿Por que a ellos se les permite vivir la vida sin autoflagelarse por nada? Al fin y al cabo, si cometen algun error, si engordan un poco, si beben mas de la cuenta, si llegan atrasados por no prestarle atencion a su despertador, siempre SIEMPRE habra cerca una mujer a la que cargar con la culpa, a la esposa, a la madre, a la amiga...

Creo que ire a recoger las cosas de Antonia mmm si eso hare.