martes, 15 de enero de 2008

Casi ya son 5...

Con penas y alegrías vamos escribiendo nuestra vida, tejiendo nuestra historia. Lágrimas y risas se entrelazan en este cuento y van dando formas a nuestro mundo, que es solo tuyo, solo mio... ¿Te imaginaste tanto amor? ¿Soñaste con sentir tan inmenso sentimiento? ¿Tanta complicidad, tanta intimidad?... mi sueño más osado no alcanzo a vislumbrar esta hermosa historia de amor y más.
Pasan los días y no me canso de mirarte, de sentirte, de amarte... pasan los años y me siento cada vez mas unida a ti, a tu cuerpo, a tu mente, a tu piel. Te conozco profundamente, se de tus manías y locuras, de tus sueños y fracasos, de tus alegrías y desilusiones, comparto tus risas y tu llanto y me banco tus malos días en el trabajo y más te amo... amo quien eres, todo tú...

No exagero mis sentimientos, no los adorno, no los disfrazo... simplemente TE AMO, si es que se puede decir que este complejo sentimiento tiene algo de simplicidad...

Pensé que quizás los años le restarían locura a este amor, pensé que quizás el tiempo apagaría la pasión, pensé que quizás la intimidad amortiguaría la admiración... pero cada año estoy mas loca por ti, cada hora más pasión consume mi corazón y cada segundo admiro mas tu noble corazón.

¿Que por que te amo? Por que te conozco, por que se de ti... por que amanezco contigo cada mañana, por que me duermo junto a ti cada noche.

Mi vida es una rutina... una rutina dulce junto a ti. Amanezco amándote, te extraño durante las horas laborales, me enojo por tu olvido, te perdono tus distancias, te beso con añoranza y me acurruco entre tus brazos a ver televisión. La noche nos cae encima, estamos cansados... buscamos paz, silencio, oscuridad y en un beso nos dormimos...
¿Que más podría desear?...

1 comentario:

Cristián dijo...

Cualquier ilusión, cualquier proyecto que trazé, cualquier añoranza... todo quedó saciado con creces debido a ti, a tu corazón, a tu carita, a tu hermosura, a tus manos, a tus dudas, a tus penas, a tus dias malos y buenos, a tu risa fresca y honrada (también a la sarcástica), a tus deseos y olvidos, a tus llantos, a tu mirada de niña, a tus libros y escritos, a tus memorias, a tus ausencias, a tu luz, a nuestra Matilda, a nuestro Santiago, a tu amor, a nuestro amor.

No me imagino la vida de otro modo y agradezco a Jehová su bendición, tu. Te amo.