jueves, 15 de noviembre de 2007

Nostalgias de Valdivia...

Tengo ganas de Sur ... de Valdivia!!!!

Recuerdo nuestras ultimas vacaciones en la querida ciudad de Valdivia, instalados cómodamente en el "Centro Vacacional Costanera", un refugio sureño, con aroma de arboles autóctonos, pisos de madera bien lustrada y vista al hermoso "Calle Calle". Recuerdo ese día lluvioso que "desembarcamos" en el terminal, felices de que el sur llorara por nuestro regreso (como dice el comercial) hastiados del calor infernal de Santiago y de nuestro pequeño cuarto en casa de mis Padres y de esa pena que se nos había aconchado en el alma el ultimo mes...... Volvíamos ansiosos a recorrer esas calles queridas que siempre tenían el poder de reconfortarnos el alma. Recuerdo ese día y el resto como un sueño de hace mil años. A pasado tanta vida desde aquello, que hoy pareciera mentira que solo fue en Marzo de este fatidico año 2007. Amor mio, Tanta vida!!! y al pensarlo no puedo dejar de sentir nostalgia y añoranza por todo lo vivido... Añoranza por nuestros paseos en la costanera con las manos entrelazadas dejando que la garua mojara nuestros rostros y ropas... Añoranza del viaje a Niebla para recorrer nuevamente aquel Fuerte solitario que ayer cuidaba nuestras tierras de los extranjeros y que hoy atrae turistas de todo el mundo. Y de reposar felices sobre el césped eternamente verde, viendo a un sol tímido bañarse en ese mar que no parece mar. ...Añoranza de las risas arrancadas al corazón acongojado y de sentir como lentamente la herida dejaba de sangrar y comenzaba a cerrar lentamente. Añoranza de aquel paseo a H***** ¿Cómo se llamaba? Ahí donde probamos chicha de manzana y tortilla de rescoldo y compramos ese trozo de küchen a una viejesilla mas por lastima que por hambre... Amor ¿Recuerdas ese viejo roble de enorme tronco? Ese que tenia mas de 200 años (sin exagerar) Ese que estaba en el patio de una Iglesia a la que cortésmente rehusamos entrar, ese que al abrazarlo se suponía recargaba energías, leyenda de la que nos enteramos cuando yo estaba de lo mas entretenida aferrada a ese añejo árbol... ¿Recuerdas? Como nos reímos de eso... Añoranza de tantas cosas maravillosas que vivimos estas pasadas vacaciones, añoranza de ese sur hermoso que nos recibe con los brazos abiertos. Ese sur siempre húmedo, de tardes silenciosas y paseos calmos. Ese sur que se apaga a las cuatro de la tarde, por que todos se van a dormir la siesta y que solo queda para nosotros los santiaguinos desacostumbrados a la paz, refugiarnos en alguna feria artesanal o sentarnos a reposar el contundente almuerzo junto al río que también pareciera disminuir su marcha. Añoranza de nuestros paseos al hermoso Jardín Botánico de la Universidad Austral, recorrer divertidos y curiosos los miles de pasadisos y "lugares secretos" que forman esos enormes y silenciosos arboles. Recuerdas que leiamos tendidos en el suelo siempre húmedo por alguna lluvia pasajera al renombrado "Hannibal" ¿Recuerdas? y el miedo que tenia cuando nos internamos en el sector de los pantanos y mas aun cuando recordé que ahí habían encontrado a la niña que asesinaron en Hallowen.... Añoranza de nuestra aventura y osadía al subir a la cumbre mas alta de Valdivia, al "Parque Oncol". Ese día el sur lloraba nuevamente, ahora por nuestra partida y nos castigó con un día nublado impidiéndonos ver las maravillas que prometían los "entendidos"... pero fue hermoso perderse en ese bosque inexplorado, lleno de senderos misteriosos y habitantes sigilosos que nos seguian invisibles en nuestro ascenso, como ese caracol prehistorico de tamaño desmesurado que se nos cruzo timido o esos pajaros que me espantaban con sus gritos y burlas en las alturas.


Que vacaciones mas hermosas que pasamos este año... que nostalgia siento, que ganas de perderme en esas inmensidades del sur, no imaginas que ganas tengo de ir a curar allá mis penas y desánimos!!!

2 comentarios:

Cristián dijo...

s

Cristián dijo...

Lo siento por el comentario anterior, es que estaba probando la clave, creo que ya me había pasado anteriormente...

Muy agradable sorpresa, me has hecho recordar uno de los mejores veraneos. Tal como nos dijo en una oportunidad nuestra querida Fanny, recordar esos momentos hace que las pilas se recarguen, sobre todo al llevar tanto tiempo de cotidianidad en el fatídico Santiago. Bueno qué le vamos a hacer... El famoso pueblo se llama Huitiltipuc, o, Huimiltiputuc... no lo recuerdo, creo que no ando ni cerca, pero fue donde ademas comimos como una docena de empanadas de pino y queso cada uno, recuerdas?, también fue donde encontramos ese caballo blanco como sacado de un libro o de una pelicula como Guerra de Titanes, parecia un Pegaso (creo que fue solo en mi imaginación, ja). Ese dia finalmente nos devolvimos por el quieto Valdivia para toparnos de tropezón con el Calle Calle, en donde se baña la luna.

Te amo y espero que disfrutemos de vacaciones tan reconfortantes como estas ultimas. Dónde será este año?, no lo se, lo que tengo claro es que estaremos juntos disfruntando y disfrutandonos.