Esperando...

Detenida al borde de la vida esperando que las cosas sucedan, que el tiempo transcurra, que las cosas se concreten... me siento atada de manos, con el corazón oprimido deseando, añorando, ansiando que llegue el momento "D". Ese momento que se ha demorado tanto en llegar... horas, días, meses, años....

Aquí esperando al borde del camino, el tiempo pesa, las horas se hacen eternas, el sueño muere y la ansiedad se estanca y solo queda esa irritante sensación de que la vida nos olvido en su transcurrir, dejándonos relegados en algún rincón solitario...

Cuando comenzó a escribirse esta parte de nuestra historia, la espera era interesante y nos llenaba de proyectos e ilusiones y todo era novedoso y la expectativa era una sensación agradable... y como no si en el futuro cercano se veia claramenta la concretación de nuestros sueños y anhelos... pero el tiempo ha pasado y el futuro se diluyo en la incertidumbre, la expectativa se convirtió en un peso difícil de cargar y el deseo en una opresión enorme...

¡¡Hasta cuando tendremos que esperar!!

Y cuando ahora ¡al fin! las cosas comienzan a moverse, todo es demasiado lento, todos se toman su tiempo y aun estamos detenidos donde mismo (o al menos eso pareciera) esperando, esperando, esperando.

Si digo que en Septiembre del 2005, firmamos un compromiso de compraventa por nuestro Departamento (hogar dulce hogar, el sueño de la casa propia) y que hoy 08 de Mayo del 2007, aun vivimos de allegados en casa de mis padres comprenderán por que la expectativa es tan cruel y tan doloroso el tiempo que pasa sin pasar...

Ya no me atrevo a soñar, ni juego a imaginar, ni planeo nada... solo espero, estática a que llegue el tiempo en que se concreten nuestros sueños y proyectos.